Si lo que desea es convertir su hogar en una vivienda de estilo oriental 100% o simplemente darle a su casa unos toques que consigan ese ambiente de relajación y calidez, espiritualidad, armonía y misticismo que caracteriza a este estilo decorativo, ha llegado a la publicación correcta.
Este interiorismo con influencias procedentes de Japón, China e incluso India, lleva muchos años en alza y continúa estando a la orden del día.
Debemos tener en cuenta que esta estética está estrechamente ligada al minimalismo, que lo barroco no va con esta filosofía. Si el estilo oriental pone las piezas imponentes y con personalidad que le dan carácter al interiorismo, el minimalismo lo organiza en un escenario sereno y tranquilo para que destaquen. Se ha de elegir el mobiliario y los complementos con mesura, para no abigarrar los espacios.
Las tonalidades han de representar los elementos de la naturaleza: El rojo del fuego, el naranja del estímulo, el amarillo la luz, el azul el cielo y el agua, el blanco la calma y el verde de la vida.
Los fondos deben de ser neutros (gris suave, crudos, tostados...) para poder exhibir en ellos un mobiliario horizontal de baja altura y líneas sencillas, que otorguen elegancia y armonía al conjunto, preferiblemente lacados en negro, rojo oscuro, ocre... u otros colores claros y naturales. Siempre que usemos el rojo lacado ha de ser con moderación para no crear ambientes abrumadores.
Los textiles y demás elementos decorativos han de ir en tonos blancos y fríos, como el azul, el verde o el gris. Otros cálidos como el amarillo o el rojo también pueden utilizarlos. Los estampados preferiblemente que sean geométricos o florales.
Los materiales más usados son el bambú, la piedra, la madera de cedro, el papel de arroz, el mimbre, el algodón, el lino o la seda.
Este estilo oriental propone, como a partir del concepto del yin y el yang, el contraste de texturas pero siempre respetando un balance de energías, siempre buscando el total equilibrio en lo distinto.
Los objetos como fuentes de agua, velas, inciensos y la presencia de piedras y flores son elementos decorativos más que recomendables, pues nos introduce en nuestro hogar lo exterior, la naturaleza.
La iluminación también es muy importante. La entrada de luz ha de ser natural e indirecta. Este efecto podemos conseguirlo con paneles japoneses, pantallas Shoji, estores de fibras o simplemente cortinas, eso sí, preferiblemente de colores claros que permitan la entrada de luz. Si no tenemos suficiente luz se pueden utilizar velas, lámparas de techo y pie de materiales naturales como puede ser el papel.
No olvidemos que lo que busca el estilo oriental es crear espacios prácticos pero sencillos que, sin perder la elegancia, inviten a la relajación y a que fluya la energía como en el Feng Shui.
Los laminados que les recomendamos como revestimiento perfecto para este estilo decorativo son aquellos que tienden a tonalidades más naturales como los robles o el haya e incluso aquellos más rojizos como pueden ser el iroko y el merbau de nuestra colección. Dependiendo de los muebles que elijamos (más oscuros o más claros) y de la luz que tengamos en nuestra estancia, así deberemos elegir la tonalidad de nuestro suelo (más o menos intensa). A nosotros nos gusta mucho jugar en este sentido con el contraste, y que mejor que aplicarlo en este estilo decorativo. También apuntar que aquellos modelos tríos y/o biselados siempre van a tener un aspecto más natural, con lo cual, también son altamente recomendados para esta decoración oriental.
A continuación les dejamos una serie de laminados que bien podrían ir con esta decoración. Entre en cada uno de ellos y descubra sus características.
Deseamos que este post os haya ayudado y gustado tanto como a nosotros. Si desea saber más acerca del minimalismo, pinche aquí.
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